Me gusta mucho pensar en que el día que fuimos salvos, fueron salvas todas las personas a las que les vamos a compartir durante nuestras vidas. Dios nos hizo parte de algo GRANDE para que eso sucediera, nos hizo parte de Su iglesia.

La pregunta clave sería, ¿Qué testimonio estamos dando al mundo como iglesia?.

Lamentablemente muchos tienen ideas equivocadas sobre la iglesia, pero es cuando nosotros con una VISION GRANDE y CORAZON FUERTE podemos mostrarles como la iglesia es un lugar donde tu vida cambia, tu familia es restaurada, desarrollas tu potencial y creces en todas las áreas de tu vida.

Hay tres formas en las que vamos a poder tocar el mundo con fe y amor.

1. Nuestro mensaje.

Vamos a empezar con esta frase: Cristianismo es un estilo de vida.

La gente no escucha nuestro mensaje sino voltea a ver nuestras vidas. Esto solo se puede lograr a través de convertirnos en verdaderos discípulos de Jesús.

El Apóstol Pablo nos enseña cual debe ser nuestro mensaje. Gálatas 5:22-23 En cambio, la clase de fruto que el Espíritu Santo produce en nuestra vida es: amor, alegría, paz, paciencia, gentileza, bondad, fidelidad, humildad y control propio. ¡No existen leyes contra esas cosas!

¿Conoces a alguien además de Jesús que siempre viva así? Estamos de acuerdo en que es realmente un desafío y la única manera en la que lo vamos a poder lograr es a través de la obra del Espíritu Santo en nosotros. Ya no eres tú, sino Cristo en ti. ¡Cuando sientas que ya no puedes, el Espíritu Santo te va a ayudar para lograrlo! Esto es muy importante porque es el Espíritu el que va a influir en todo lo que haces.

2. Acciones.

Mis frutos están ligados a mis acciones de fe motivados por el amor. Una de las declaraciones que más me gustan es: mi vida es para que Dios la use y bendiga a otros.

¡Todo lo que hacemos refleja lo que somos, lo que llevamos dentro!

Debemos buscar ser la mejor versión de nosotros mismos. 

El CARACTER ES MEJOR QUE EL CARISMA. LA DISPONIBILIDAD MAS IMPORTANTE QUE
LA HABILIDAD Y TU IDENTIDAD MAYOR QUE TU REALIDAD.

3. Generosidad.

Amar es dar, generosidad es la demostración del amor. Pero amor es más que dinero, es todo lo de valor para mí. El sistema de valor de este tiempo tiene un problema de prioridades. Se le da más valor a las cosas que a las personas, más valor al trabajo que a la familia, más valor al dinero que al tiempo.
Por esa razón muchos han sufrido de fracturas en sus relaciones a causa de sus sistemas de valor.

¿A qué le da más valor Dios?

Para Dios no hay NADA más importante que las personas. Y las personas son tan importantes para Dios que Él quiere enseñarles a prosperar en las finanzas, familia y salud. El día de hoy podemos decir darle nuestro corazón a Dios y no al mundo y sus riquezas. Entonces podrás dar lo mejor que tienes a otros y esto te marcara para ser bendecido.

Nuestro compromiso es: Voy a dar más de lo que tengo y tomar menos de lo que necesito.