¡Todo esto pasará porque Dios permanece!

Cuando alguien esta pasando por problemas o un mal momento, la mayoría de nosotros hemos llegado a usar la frase: “bienvenido a la vida real”. Es una forma de decir: “no podemos elegir ciertas circunstancias de la vida. Así es la escuela de la vida. A todos nos ha pasado, no eres diferente a los demás”.

¿Qué tal si nos proponemos no volver a usar esta frase? Estoy seguro que prácticamente nadie se ha sentido realmente alentado por ella. Probablemente tiene otros beneficios como el poner los pies en la tierra, o para el melancólico al cuadrado no hacer un drama por todo y tener el carácter para enfrentarlo; pero sin duda, si lo que queremos es animar al otro, hemos fracasado.

En su lugar podemos preferir un enfoque diferente: todo pasará. Las escrituras nos afirman que el cielo y la tierra pasará, que lo único que permanece para siempre es la palabra De Dios. ¡Esto si me llena de esperanza!. La prueba pasará, la enfermedad pasará, el dolor pasará, la escasez pasará, la necesidad pasará. Así que, con esto en mente, podemos entonces prepararnos para cuando esto suceda.

Hace poco vi una mini serie en la televisión donde una famosa y talentosa pianista paso por un proceso de cáncer. La vamos a nombrar Sara. Estando en sus quimioterapias se sentaba a lado de otra mujer que a diferencia de ella era muy optimista. Me gustaría llamarle Claudia. Por supuesto que esto al principio le desagradaba mucho a Sara, le molestaba tanto que pidió a la enfermera que por favor la moviera de lugar y repetidas veces le grito: “¡ya no me hables, no quiero saber sobre ti, ni que vas a hacer saliendo de aquí!”. A ella le encantaba hacer planes sobre qué haría al salir de ese frio y espantoso hospital. Lamentablemente murió. Cuando Sara se entero, fue corriendo a la habitación de Claudia y lloro sin parar. El día en que fue dada de alta, ¿saben que hizo?, seguramente lo imaginan, hizo todo lo que Claudia hubiera querido hacer.

¿Qué pasaría si nosotros adoptáramos esta actitud? Que pudiéramos decir: “no se cuanto tiempo durará este proceso, pero ya me estoy preparando para cuando termine”. Tengo la mejor ropa, la mejor sonrisa, la mejor actitud, la mejor postura, los sueños mas hermosos y los planes de como los quiero cumplir.

¿Estás en problemas? ¿Ya pensaste que ropa vas a usar? ¿Para qué? Para festejar que ya terminó. No es solamente esperar, es qué vas a hacer mientras estas esperando.

Lee, estudia, ora y medita en el siguiente Salmo.

“El que habita al abrigo del Altísimo se acoge a la sombra del Todopoderoso. Yo le digo al Señor: «Tú eres mi refugio, mi fortaleza, el Dios en quien confío». Solo él puede librarte de las trampas del cazador y de mortíferas plagas, pues te cubrirá con sus plumas y bajo sus alas hallarás refugio. ¡Su verdad será tu escudo y tu baluarte! No temerás el terror de la noche, ni la flecha que vuela de día, ni la peste que acecha en las sombras ni la plaga que destruye a mediodía. Podrán caer mil a tu izquierda, y diez mil a tu derecha, pero a ti no te afectará. No tendrás más que abrir bien los ojos, para ver a los impíos recibir su merecido. Ya que has puesto al Señor por tu refugio, al Altísimo por tu protección, ningún mal habrá de sobrevenirte, ninguna calamidad llegará a tu hogar. Porque él ordenará que sus ángeles te cuiden en todos tus caminos. Con sus propias manos te levantarán para que no tropieces con piedra alguna. Aplastarás al león y a la víbora; ¡hollarás fieras y serpientes! «Yo lo libraré, porque él se acoge a mí; lo protegeré, porque reconoce mi nombre. Él me invocará, y yo le responderé; estaré con él en momentos de angustia; lo libraré y lo llenaré de honores. Lo colmaré con muchos años de vida y le haré gozar de mi salvación».”
‭‭Salmo‬ ‭91:1-16‬ ‭NVI‬‬