DEVOCIONAL 21 DIAS PARA NAVIDAD

Juan capitulo #8

 

Le dijeron a Jesús: —Maestro, esta mujer fue sorprendida cometiendo adulterio. Moisés nos ordenó en su ley que matemos a pedradas a la mujer que haga esto. ¿Tú qué dices? Ellos le decían esto para ponerlo a prueba. Buscaban algo de qué acusarlo. Él se agachó y empezó a escribir en el suelo con el dedo. Ellos seguían preguntándole lo mismo. Así que se puso de pie y les dijo: —El que nunca haya pecado que tire la primera piedra. (Juan 8:4-7)

 

Qué satisfactorio es tener pruebas contundentes que señalen al responsable de algún problema. ¿Las has tenido? En la historia que leímos vemos algo parecido. Los fariseos y maestros de la ley sorprendieron a una mujer en pleno acto de adulterio, el cual habría de ser castigado arrojándole piedras que hirieran y tal vez mataran a la mujer —Me pregunto cómo fue que los fariseos sorprendieron a esta mujer en pleno acto ¿A caso la espiaban? Sin duda hay personas que solo están esperando que fracasemos para señalar y juzgar. Me pregunto si hemos actuado así en algún momento—. 

 

Una vez que sorprendieron a la mujer, la llevaron ante Jesús. Me imagino que en la mente de esos fariseos pasaba algo como: —Seguramente Jesús no sabrá que hacer y por fin le habremos ganado— Otro tal vez pensaba: —Él ama tanto a las personas que tal vez nos diga que no la apedreemos, pero al decir eso estará negando la ley— Y puedo imaginar a un fariseo emocionado diciendo en voz alta: —Uff, ya quiero ver su cara. Pero como siempre sucede y seguirá sucediendo, Jesús los sorprende con su increíble respuesta: —”El que nunca haya pecado que tire la primera piedra”. No cabe duda, fue un jaque mate a favor de Jesús. 

 

Precepto a poner en práctica: 

“Elige el camino de la misericordia”

 

Gracia es la cualidad que Dios tiene de darnos lo que no merecemos; misericordia es la cualidad de Dios de no darnos lo que sí merecemos. La mujer en ese momento disfrutó de la misericordia de Dios, ya que lo que ella merecía era ser apedreada, pero Jesús decide “no” darle lo que “si” merecía. 

 

No cabe duda que los seres humanos somos dotados con grandes cualidades, dones, talentos y habilidades increíbles. Hemos construido edificios que en otro siglo hubieran sido considerados obras de seres de otro planeta; creado aparatos electrónicos que en otra época hubieran sido destruidos y quemados pensando que un poder diabólico los controla; sin duda en el siglo XVI Alexa fuera etiquetada como una bruja omnipresente y omnisciente. En fin, el punto es que somos muy buenos para muchas cosas, pero hay algo para lo que no fuimos creados: para juzgar. 

 

Jesús nos invita a vivir una vida en la que antes de juzgar a alguien más, primero examinemos nuestro corazón, que en lugar de señalar a alguien para condenarlo nos acerquemos a esa persona con la intención de ayudarle a no pecar más. 

 

Manos a la obra

Aprovecha este día para quitar todo prejuicio de tu mente. Sé misericordioso si la situación se presenta. Antes de exhortar a alguien mejor invítale a caminar unos minutos, comprale un café y escuchalo. Piénsalo, si perdonas una gran falla, es muy probable que esa persona jamás se vuelva a equivocar en lo mismo, pero si reemplazas a la persona que cometió el error por otra, hay un alto porcentaje de que el reemplazo cometa el mismo error que su predecesor.