¿Por qué los arroyos del Neguev? 

En su oración, el Pueblo de Israel decide compararse con el Neguev por dos razones.

1. Que volviera a llover y se crearan arroyos en sus vidas.
2. Dejar la superficie y en lo profundo recuperar sus riquezas y su prosperidad.

En nuestras vidas también encontramos ese desierto seco. El amor se seca cuando todo se trata del deber. Pero cuando el amor y el deber son uno, la gracia se manifiesta en ti.

¿En qué momento sucede esto?

1. Enamoramiento: En esta etapa hay una cantidad de ilusión tan alta que nada es imposible. Casi cualquier problema es capaz de solucionar, quiero pasar el resto de mi vida con la persona y cualquier cosa o persona que se ponga en contra es el enemigo de la relación. 

2. Relación: Aquí ya no solo estoy ilusionado sino que para mantenernos juntos necesitamos obligatoriamente asumir compromisos y llegar a acuerdos. Debo esforzarme y comenzar a hacer ciertos sacrificios. La intimidad comienza a crecer y junto con ella el sentimiento de seguridad, estabilidad y protección. 

3. Decepción: ¡Inicia la historia de terror! Y muchos terminan aquí, las imperfecciones son mucho más brillantes que las fortalezas y termino sintiendo que soy incompatible y no tolero la otra parte. 

4. Superación: Si tu pasas del anterior a este entonces estás listo para continuar. Logras construir una relación mucho más estable. Ya no son ideales, ahora son decisiones y convicciones basadas en principios. Comienzan a establecer límites y llevar la relación al siguiente nivel.

5. Unidad: ¡El propósito los une! Hay una visión por la cual trabajar, hay una sujeción mutua y una alineación. MANIFESTANDO LA GRACIA cuando logramos la unidad entonces se manifiesta la gracia.

Recuerda para extrañar, haz lo que habías dejado, retoma lo que hacías al principio.